¡ESTE MUNDO!
Camino
por el mundo
De
giros y de sombras,
Llevando
ingenuo
El
corazón al hombro.
Camino
con el alma
Que
se estruja como ropa nueva
En
lavadora vieja.
Oigo
al caminar el nombre de Cristo,
Mezclado
en las finanzas
De
ladrones libres,
Que
en el pecho exhiben
Cintas
plateadas y medallas de oro.
Sigo
y escucho al Nazareno
Palpitar
en los quejidos
De famélicos esclavos.
Cristo,
pobre, inerme,
Sangrando
con sus hondos clavos,
Puesto
en subasta cada día,
Mudo
y lloroso,
Recordando
el Sermón de la Montaña,
Sufre
el fracaso del Calvario,
Encuentro
al caminar
Magdalenas
humilladas,
Niños
en salsa de su propia sangre,
Madres
en las salas de las
Cortes,
Ante
jueces que las miran implacables,
Pero
ellos saben inclinarse reverentes
Al
paso del político corrupto
Giro
por el mundo
Corro
y patino por salones bien lustrados,
Donde
juegan y platican
Poderosos y elegantes caballeros
Con
zapatos limpios
Y
conciencias sucias
Que
lavan con el néctar
Que
se guarda en las viejas odres
De
lejanas tierras
Camino
por el mundo de giros y de sombras,
Y
encuentro llenos los penales
Que
ahora llevan nombres
De
los Santos
Pero
no están allí
Todos
los culpables,
Hay
muchas fichas de valor exiguo
O
inocentes que rumian expedientes
A
la espera de sentencias justas
Este
es el mundo que habitamos.
Sigo
girando y entre luces y reflejos
Encuentro
espacios de optimista alivio.
Veo la ternura de la fiera
Dando
lecciones a la débil cría,
A
las aves construyendo el nido,
A
las frescas aguas del arroyo virgen,
Escucho
el susurro de los vientos
Que
acarician caballeros a las plantas,
Alivio
del medio descompuesto.
Los
veo y me pregunto inquieto,
Si
el único error en este mundo vivo
¿Es
acaso,
El
hombre, quien todo lo depreda?,
Signo
evidente de un error divino.
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