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El presente Blog incluye escritos jurídicos, educacionales y comunicológicos de mi producción intelectual, como tmb escritos de otros autores.






jueves, 31 de octubre de 2013

CUANDO LlORA MI GUITARRA


Estimados cibernautas esta es la letra de una canción de un compositor de excelencia de la segunda mitad del siglo pasado. Hermosa canción, cualquiera fuera la voz que la interprete, siempre que profundice en el alma de la misma. 




LLORA GUITARRA

Cansado de llamarte, con mi alma destrozada
Comprendo que no vienes, porque no quiere Dios
Y al ver que inútilmente te envío mis palabras,
Llorando mi guitarra, te dejo oír mi voz.

Llora guitarra porque eres mi voz de dolor,
Grita su nombre de nuevo, si no te escuchó
Y dile que aún la quiero, que aún espero que vuelva
Que si no viene, mi amor no tiene consuelo
Que solitario, sin su cariño, me muero.

¡Guitarra!  Tú  que interpretas
En tu vibrar mi quebranto.
Tú que recibes en tu madero mi llanto,
Llora conmigo, si no la vieras volver. (bis)

AUGUSTO  POLO  CAMPOS


DE MÚSICA Y CRIOLLISMO

En 1944, Don Manuel Prado, el aristócrata, presidente de la República del Perú, declaró el 31 de Octubre DÍA DE LA CANCIÓN CRIOLLA, como un medio para desviar los conflictos campesinos y de obreros, lo que si bien es criticable; sin embargo, se hizo justicia y se propició el cultivo de las expresiones mestizas y nacionales, aunque, a pesar del esfuerzo que se hace en el presente, tiene poco eco en la juventud, ganada por las expresiones musicales más alla de las fronteras. Menos mal que el afán de disipar las tensiones, la población asiste a los festejos y si no baila, canta.
FELIZ DÍA A MI AMADA CANCIÓN CRIOLLA.




DE MÚSICA Y CRIOLLISMO

Patria y Música

La música es el sonido hecho poesía o la poesía hecha sonido, eso depende de la perspectiva de las miradas. Se ha fijado un día de recordación u homenaje a la música criolla, como un signo de reivindicación de nuestros valores culturales, dormidos y traslapados debajo de rumas de expresiones musicales de otros pueblos, valiosas, por cierto, poética y musicalmente, pero de otros ejes temporales y espaciales, es decir de otras patrias y otros recuerdos; los cuales pueden incorporarse a la cultura individual del que las vive en algún momento de su vida, pero que vienen por un proceso deductivo y no por una pertenencia cultural inmediata. Por eso, los sones de la tierra se sienten y se comprenden mucho más, lejos de la patria, que cuando estamos en ella. Se sienten también con gran intensidad en los momentos en los que la patria peligra o debe ser reivindicada. El grito del patriota hecho música ha hecho temblar al extranjero invasor. 

Valor universal de la música

La expresión musical dice de una identidad colectiva y todos nacemos como correspondientes a una comunidad, cuya historia se traduce en la genética de los individuos que la conforman y de los cuales nacen todas las expresiones artísticas.  De aquí el valor de la música que nos arrulla, nos sigue en el proceso de desarrollo y hasta nos acompaña al volver al polvo. Pero, junto con el valor de identificación cultural, la música, como expresión del espíritu, se enraíza en lo más profundo de la humanidad, al punto que identifica a un conjunto de patrias que hacen una sola cultura, como la cultura occidental que aglutina valores continentales, que se universalizan con el aporte de diversas culturas. Así pasa con los tambores y maracas del continente africano, tan nuestros como lo son de los aborígenes de esos lares. Podríamos decir, por eso, que la historia de la música es la historia de la humanidad y cuando se universaliza es un vínculo de unión y solidaridad.

La música popular peruana

La cultura europea, vía la conquista española, trajo  nuevo idioma, nueva religión y nuevos modos de expresión artística a un espacio de aborígenes con cultura y civilización  bastante desarrolladas, particularmente en la música, al punto que ante la fortaleza e influencia de ésta en el ánimo de los nativos, se establecieron limitaciones oficiales que llegaron hasta la persecución. La fuerza del desarrollo de una nueva población ( criollos y mestizos), de incorporaciones de nuevos grupos étnicos ( negros)y de  movilizaciones de clase social trajeron, como lógica consecuencia  de la diversidad de identidades, nuevas manifestaciones artísticas y una de ellas fue la marinera que, según algunos bajó de los salones a los callejones, pero otros afirman que fue arrebatada a los negros por los blanquiñosos limeños como refugio en los recuerdos de su fortuna de antaño. En este contexto podemos distinguir en la música popular peruana la indígena, la criolla y la negroide. En la investigación musicológica se ha  dado mayor énfasis a la música incaica que a las otras y el desarrollo del conocimiento de estas expresiones debe ser el trabajo de universidades y conservatorios. Sólo así contribuiremos a afirmar nuestra identidad, aunque por la globalización el rock nos siga inquietando y hasta dominando.   

El criollismo

Es una expresión que dice de una de las tendencias mestizas en sus producciones artísticas de diversa índole y que se traducen en la música y en la danza; sin descartar otras, igualmente valiosas.  Es algo así como el deslizamiento del alma popular peruana en la música europea, española o austríaca. Zarzuelas, operetas  y valses de este origen invaden los teatros y salones exquisitos de la capital de la República y no menos de las sedes provinciales con prosapia artística y, como el espíritu no tiene clase, las melodías de estas manifestaciones discurren a los oídos de la gente del pueblo de alma sensible que las transforma  y las presenta con versos, melodías y ritmos propios, un poco fuera de las sofisticaciones técnicas de las orquestaciones profesionales, en muchos casos sin registros escritos y con lanzamientos de oído, razón por la que los autores se pierden y las composiciones se repiten como un hecho colectivizado. La marinera y el vals son expresiones típicas del acrisolado mestizaje. La marinera es la consecuente del fandango y las tonadillas españolas que el talento mestizo la peculiariza y la perfila de un modo inconfundible y que debe su nombre a Abelardo Gamarra “El Tunante”.El vals es la transformación del vals vienés y junto a él,  la polca que es manifestación de algarabía jaranera, seguramente resultado de conjugaciones populares peruanas con las sofisticadas europeas.

Si bien las distancias eran una barrera entre los países del sur americano (Perú,Chile y Argentina), la música siempre viajaba con las giras de los intérpretes, influenciándose recíprocamente. Algo de esto también se incluyó en la generación de la música criolla que cobra personalidad hacia fin del S. XIX y que se  afianza con el destaque del talento de Felipe Pinglo, hacia el último lustro de los primeros treinta años del S.XX. Felipe Pinglo es el Maestro, es el hito que marca la evolución de la música criolla y, especialmente, la del vals. Discurren por los valses de Pinglo sabores románticos, como en el Huerto de mi amada; nostálgicos, como en el Espejo de mi vida,  de sensibilidad al dolor, como en el Canillita o en el  Labriego y de sana rebeldía, como en El Plebeyo. Al mencionar a Pinglo no ignoro la pléyade de nuestros autores, no solo limeños, sino de todo el Perú, como Carreño, autor trujillano y tantos otros. 

Mi saludo y mis recuerdos

No quiero concluir sin saludar a quienes siguen esforzándose por conservar y rescatar este aspecto artístico que corresponde a nuestra identidad y sin dejar de exhortar a nuestros conservatorios para que, sin dejar la música de elite,  intensifiquen la investigación y el conocimiento de nuestros compositores y  de sus valiosas producciones, mostrándolas al mundo con orgullo. Recuerdo que, en una estadía en Alemania, a comienzos de los sesenta, me llené de orgullo al encontrar anunciado en el Conservatorio de Colonia la realización de un seminario sobre la música criolla del Perú. En aquellos tiempos, en el Conservatorio de Música de Trujillo esos géneros populares no tenían cabida.


Ahora, quiero hacer justicia recordando con entusiasmo y gratitud al maestro Wilfredo Obando, autor de la marinera “San Miguel de Piura” que es como un himno de esa tierra y su vals, entre otros, Adelaida, dedicado a su hermana. Fue mi profesor de teoría musical en el colegio.  En él, rindo homenaje a todos los músicos criollos de la jarana y del recuerdo.  

domingo, 13 de octubre de 2013

UNT, UN ANIVERSARIO EN CRISIS.

UNT, UN ANIVERSARIO EN CRISIS


La Universidad Nacional de Trujillo (UNT) con su carácter de universidad pública celebró el 12 de octubre el 182 aniversario de la instalación del claustro (1831)  y, así, entonces, emprender su funcionamiento, creada como fue el 10 de mayo de 1824 por el libertador, Don Simón Bolívar, a iniciativa del tribuno, Don José Faustino Sánchez Carrión. Se prendió, de este modo, un faro al servicio de la ciencia y de la educación superior del pueblo; pues la independencia lograda sin fortalezas científicas y tecnológicas, resultaría disimulada dependencia de otras naciones  que impulsan adelantos en el conocimiento de sus integrantes y jalan sus iniciativas hacia el crecimiento y el desarrollo de sí mismos y del país.

Una crisis sin sustento

Desgraciadamente, esta nuestra universidad se debate en estos meses en una crisis que me parece más un expediente para suscitar escándalos, allí, donde se trata de meros dolores de funcionamiento,  superables por acciones internas y, en todo caso, del Ministerio Público, sobre cuyos resultados será ya un asunto de la justicia o de la administración, según las responsabilidades que se derivaran; pero, ¿del Congreso de la República?

Lo que sí causa dolor y resentimiento es que el escándalo, ocasionado por la ruptura del secreto de las pruebas de admisión, se produzca por conducto de quien jurase fidelidad a la institución, al asumir el cargo delegado del estamento estudiantil. Fue siempre la inquietud y la prédica de las juventudes estudiosas constituirse en una voz de las reservas morales en el manejo de la universidad, en todos sus aspectos. Por cierto, que esa obligación moral y legal no sólo lo es del estudiante; sino, también del estamento docente y del egresado; como, del cuerpo de administrativos. Sin embargo, lo grave y lo sintomático de este hecho es lo indeseable para el futuro del ejercicio profesional: pues, es algo así, como el indicador de la crisis moral en el manejo de la Administración del país y de los intereses del pueblo. Ciertamente, la inconducta de un miembro no puede manchar al colectivo.

Otras inquietudes

Por otra parte, hay  inquietudes que tocan ya al estilo de gobierno, en cuanto  tienen que ver con la observancia de los procedimientos para la creación de carreras profesionales, lo que llevado al nivel de la comunicación social ha despertado la acción del Congreso de la República y ello mueve la preocupación de la colectividad y emerge la especulación y el interrogante: “Autonomía universitaria ¿para qué?”

Significado del Claustro

En esta ocasión, debemos valorar el sentido que está en el fondo de la nominación claustro  que, tomando la evolución social y legal de la universidad peruana, no es otra cosa que la solemnidad de acreditar al cuerpo académico organizado e integrado por profesores, estudiantes y graduados, los que desde ese momento se deben a los principios universitarios y a la normatividad correspondiente.

Alcances de la autonomía universitaria

La autonomía obliga a resolver los asuntos académicos, administrativos y económicos y, de ninguna manera sobreponer los intereses individuales o de grupo o ideológicos. Peor todavía, dejar de resolverlos, poniendo como biombo al Ministerio de Economía o al Poder Judicial, como si las facultades administrativas se dieran como adorno o para ensayos deportivos. No, tales facultades importan enfrentar riesgos y hay que asumirlos con la razón y el corazón.