Bienvenido a "Mi Celda"



El presente Blog incluye escritos jurídicos, educacionales y comunicológicos de mi producción intelectual, como tmb escritos de otros autores.






lunes, 24 de diciembre de 2012

UN MENSAJE DE AMOR


UN MENSAJE  DE AMOR

 

Celebraremos la Navidad con su Noche Buena, arbolitos incluidos con remedos de nacimientos con luces a colores y adecuaciones según la capacidad económica de cada cual.  Tendremos la emoción de celebrar el nacimiento del Redentor y lo haremos en horas  de meridianos diversos, de acuerdo a las costumbres de lugares, familias y personales. Si esta fecha fue la correspondiente a ese acontecimiento o si el lugar exacto fue el que se nos narra y si fueron vacas u ovejas los acompañantes,  no es lo  importante; no sólo, porque al fin es un problema de fe; sino, porque lo esencial es  el mensaje que importa el hecho de la llegada a la tierra de Dios, hecho hombre.

Solidaridad

El nacimiento del Hijo de Dios se envolvió en el mensaje divino de “Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad” y esto es lo que debiéramos celebrar y evaluar, porque el  “Gloria a Dios en las alturas” es inmutable; pero, paz y hombres de buena voluntad es el gran  problema en este reino de la codicia y de la irresponsabilidad.

Celebraremos la ilusión de los niños, la unión familiar, el acercamiento a los amigos y, también a los enemigos gratuitos o con causa, aunque no sabremos en donde y por donde están, pero, habrá que abrir el corazón con generosidad y paciencia. Sobre todo, podremos respirar profundamente porque el “ángel vengador” pasó de largo a otra misión y eso del fin del mundo fue la patraña de los marqueteros para mover el dinero en compras de todo tipo, como asustar a los ingenuos y conducirlos a donar sus bienes a brujos y pseudo religiosos.

Desigualdad

Desgraciadamente, no todos podrán celebrar por igual, no sólo por razones de la actividad para la subsistencia; sino, por la capacidad económica o las amargas situaciones en las que multitudes de familias se encuentran  por la irresponsabilidad de operadores económicos, políticos o infames individuos que cínicamente incumplen sus obligaciones y dejan a sus familias en el abandono. Por otra parte, esta fecha es propia del mundo cristiano y de colectividades minoritarias en otros lugares del planeta.

La crisis por la que pasan los países desarrollados del mundo occidental se desencadenó  por el embalse de operaciones financieras fraudulentas que de pronto explotaron en serie y afectaron a quienes viven al día. Entonces, las fuentes de trabajo hicieron agua, ahogando a sus colaboradores y los ahorros de los pequeños se redujeron dramáticamente. Esto fue irresponsabilidad de operadores financieros, como de políticos y de burocracias que fallaron en la fiscalización y en los oportunos ajustes normativos. En fin, un asunto complejo, con lamentables  consecuencias que obligan a los gobiernos a adoptar medidas correctivas que sus poblaciones no las aceptan, porque no las comprenden o por la desconfianza en la honestidad de los agentes políticos  y económicos en el más alto nivel. ¿Feliz noche buena para ellos?   
Qué decir de lo que sucede en muchas familias o gentes de países en desarrollo, en los que los indicadores macro económicos son excelentes, pero, el producto no se ve en ciertos niveles de sus  poblaciones. Las desigualdades se agravan y aparecen a pesar de los maquillajes.

Poder y codicia

Los lamentables sucesos en países subdesarrollados, aun en guerras de tribus o facciones que se disputan el poder,  son problemas de nunca acabar. La codicia del poder no tiene límites, sea por los beneficios que ello trae consigo o por mesianismos  absurdos, alimentados por la vanidad. Entonces, se propicia el  terrorismo y la delincuencia, males que siembran miedos colectivos e individuales que disturban la paz. 

Por tales hechos, la navidad que cierra el 2012 nos encuentra entre la desesperación y la desconfianza. La desesperación porque día a día crece el comercio de la droga  con sustancias cada vez más potentes y la clientela se extiende a infantes de la Escuela primaria y, además,  el flagelo de enfermedades que apenas si son controlables o las que reaparecen  más fuertes y dispuestas a vencer los intentos de control. Con ello está la desconfianza de que políticos y barones de las finanzas tengan interés de vencer esos flagelos.  Frente a esto ¿Felices, tranquilas y alegres fiestas de navidad?

    
 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

¡CRISTO NACERÁ!


¡Cristo nacerá!

Cristo nacerá. El comercio se afana en adornar las calles. No faltará quien lo haga con el entusiasmo de la fecha; como muchos con la esperanza de llenar las cajas. No lo reprochamos, ni tenemos un porqué. La gente se alegra y demanda desde lo más humilde hasta lo más sofisticado para expresar su cariño. Así somos los hombres.

Si hay demanda tiene que haber quien oferte y ésta es la función del comercio. Se produce y se oferta y, en ambas situaciones, hay trabajo. El hombre tiene que vivir, tiene que alimentar su cuerpo para tener la oportunidad de la eternidad. El problema fundamental no es éste, porque esto es pura dinámica económica, a la que ningún pueblo puede renunciar.

Entre el amor y el odio

El problema serioc es que Cristo nacerá y volverá a ser odiado y será crucificado en la próxima Semana Santa, porque su mensaje de amor sólo se recibe con suspiros y el nombre de Jesús se ha trocado en cadencioso halago a los oídos y en una blanca túnica de angelical pureza.

Cristo nacerá y lo hará en un pesebre maloliente, como cientos de miles de niños en el mundo. Nacerá y a los pocos días conocerá la persecución implacable, por el solo hecho de la confusión ignorante; aunque, tal vez, por la peligrosidad de su mensaje: Justicia contra prepotencia, deber contra lenidad, igualdad contra discriminación, libertad contra esclavitud y compromiso contra indiferencia.

Cristo nacerá para dividir. Yo no he venido a traer la paz; sino la espada, es su mensaje.
¿Contradicción? No. Cristo es justicia y la justicia divide. Quien se ponga de su lado sufrirá, como que está obligado a luchar. Os matarán  y seréis aborrecidos a causa de mi nombre, será su mensaje.

Desposeídos, Responsabilidad y Justicia

Cristo nacerá para los parias. Nacerá para los humildes de corazón, para los desposeídos sin causa, para los humillados y ofendidos; aunque pronto lo adornarán con flores y lo vestirán con galas que jamás reclamó y lo sentarán entre los gentiles, sonriendo con  cara de mancebo resignado. Será necesario que esto se haga para acabar con el hombre recio que expulsara a los mercaderes del Templo del Señor y que lapidara a los fariseos: “Guías ciegos que coláis el mosquito y os tragáis un camello”, les  dirá en su cara. 

Cristo nacerá y con él, el grito de dignidad y de justicia social. Nacerá y exigirá actitud franca y leal a los deberes sociales; no la limosna de los soberbios. “Apartaos de mí, malditos de mi padre, al fuego eterno… Tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, estuve desnudo y no me vestisteis…” He aquí el juicio final y la separación de justos e injustos. No es la letra lo que importa; sino el sentido del mensaje: Los deberes para con los semejantes. El sustento y fin de la vida social. Defrauda estos deberes el patrono que explota y humilla, cuanto el trabajador ineficiente y conformista; la autoridad déspota y arbitraria o el ciudadano lenil e indiferente.

¡Cuánta gente es recluida en prisión por delitos ocasionados por pasión, hambre, desesperación o despecho! Sin embargo, cuántos otros quedan impunes y hasta se les obsequia con galardones por trabajos y funciones que jamás realizan o que cumplen a medias; no obstante el salario, sueldo o dieta que la colectividad les paga. Pagos que son el esfuerzo y la sangre del común.

Solidaridad, Amistad  y Testimonio

Cristo nacerá. Nacerá para predicar la solidaridad y condenar el contubernio. “Los hijos de este siglo son más avisados en el trato con los suyos que los hijos de la luz. Los hijos de las tinieblas se confabulan, mientras los hijos de la luz confían”. La solidaridad es expresión de la amistad y la amistad es un valor positivo que sólo cabe en la pureza del corazón, nunca en la avaricia y en los intereses creados. Cristo nacerá para terminar ofrendando su propia vida. “No hay amor más grande que este, el de dar la vida por los amigos”.

Cristo nacerá. Alegrémonos, todos. El día pasará muy pronto. Después nos tranquilizaremos, pues el ideal navideño, el mensaje del pesebre será sólo cánticos, hermosas sonrisas de niños y, quién sabe, el recuerdo de la renovación de una fe que no tenemos o que únicamente exhibiremos en cuanto no nos exponga al ridículo ni impida nuestro éxito social. Después de todo, siempre estaremos prontos para los actos de caridad doméstica y, mejor aún, si se adornan con el sabor de la aspiración de muy buena gente.

Tal vez y sólo tal vez, algún día, tenga cabida el mensaje social del Evangelio y el de paz en la tierra a los hombres de buena voluntad de la anhelada realidad navideña, de la cual todos podamos participar.

jueves, 13 de diciembre de 2012

SIN PALABRAS


SIN PALABRAS

Te pregunto si me amas,
Tu callas, miras al vacío
Y volando hacia recuerdos escondidos,
Unas lágrimas furtivas
Asoman  en tus ojos tristes,
Rodando tibias
Por tus pálidas mejillas.
Yo, con ingenuidad
De adolescente enamorado,
Tomo el llanto con cierto desconsuelo,
Como si el silencio
Fuera la respuesta seria,
Que rompiendo el viento
Dijera las mágicas palabras:
Sí, te amo, te amo.

Llora, amor.
Las palabras son signos
Fisiología y fonética,
Te alaban o te denigran;
Consuelan o desesperan,
Te alegran o te deprimen,
Sólo el corazón las llena
Y la sinceridad las redime.

Calla!
Dame tus labios tibios
Para con los míos sellarlos.
Deja que nuestros pechos
Encuentren sus corazones,
Ansiosos de un solo nido
Y abandónate en mis brazos
Que, mudos, hablan los besos.

¡Ámame!
¡Llora!
¡Calla!
¡Recuerda!
¡Olvida!
Y vive
La realidad amarga con la dulzura
De la esperanza ilusa
Y la caricia del amor presente. 


           

martes, 11 de diciembre de 2012

EL FIN DEL MUNDO


Parte del material de este artículo es como si hubiera mirado, entonces, la amenaza del mandatario de Corea del Norte, de desatar una guerra mundial con las armas de destrucción masiva de hoy, menospreciando la vida y el porvenir sobre la tierra. La sombra de odio que envuelve esta amenaza no puede convocar el apoyo ni siquiera de sus antiguos y actuales aliados. Es deseo de todos que esto sólo sea un asomo de las iras retenidas y allí se quede.
31 de marzo de 2013.   


EL FIN DEL MUNDO


Nuevamente los “agoreros”, utilizando los vehículos de la tecnología, dejan correr alarmas como la de que el mundo se acabará en este mes de diciembre, buscando que las navidades próximas sensibilicen a los pecadores para su arrepentimiento y así lograr el florecimiento de los negocios de ciertas religiones y mercachifles que aprovechan la ingenuidad popular para el bienestar de algunos.

El discurrir de la codicia.

Lo cierto es que gran parte del mundo conocido vive tiempos de incertidumbre en medio de odios y rencores promovidos por quienes ganan con ello,  sustentados en fundamentalismos  y en la quiebra de valores que han llevado a los países ricos a crisis que no esperaban, poniendo en alerta a los países emergentes y en la desesperación a los países muy pobres.

En el Medio Oriente pareciera que la vida no vale nada y a causa de pugnas religiosas o fronterizas o de viejas rencillas  se desangran y se destruyen sin piedad alguna. Por otra parte, con el pretexto de conservar la paz y de cubrir al mundo del abuso de armas prohibidas, se hace presente el Occidente y tercia en los conflictos, con lamentables resultados para miles de sus propias familias y de los países, supuestamente, protegidos. Ahora, peor para los pueblos del Medio Oriente,  porque ni los Reyes Magos salieron de por allí; sino, del Occidente.  

Europa Occidental, en el esfuerzo por salir de la crisis,  se obliga a la imposición de políticas de austeridad que los pueblos rechazan y vuelven a los nacionalismos que parecían superados y tensiones entre nacionales y extranjeros, quienes tienen que sobrellevar el miedo que de pronto aparezcan en la calle. Esto se refleja en el éxodo de los que ayer viajaron a esos países en busca de un mejor porvenir y retornan a la vieja tierra para empezar de nuevo. Para muchos de ellos y sus familias, esto es el “fin del mundo”.

El alarmante crecimiento de la inseguridad ciudadana, la aparición de los flagelos contra la salud, el crecimiento del consumo de drogas y de la explotación humana, sustituto de la antigua esclavitud; la desconfianza en las fuerzas del orden y de la administración de justicia; así como en la legislación que supuestamente protegería a la persona humana, echan sombras y generan pesimismo colectivo y la disposición a creer en cualquier cosa.

Signos de castigo

Las catástrofes producidas por la naturaleza, atribuidas a su defenestración por los afanes de riquezas de quienes la explotan, en complicidad con gentes ambiciosas que aprovechan sus posiciones en el gobierno para coludirse con esos depredadores de mar, cielo y tierra; es decir, de riquezas marítimas, mineras de diversa naturaleza y de los espacios aéreos; todo ello se presenta como los signos evidentes de la aproximación apocalíptica, como si ya no lo fuera, por la profunda miseria que ocasionan y sus proyecciones futuras para los pueblos subyugados que gozan de un bienestar prestado y temporal para minorías beneficiadas con eso que llaman globalización.

Posibles ardides

Quién sabe, semejantes “profecías” no son sino afanes de los marqueteros para acelerar los negocios de ropas, alimentos y mochilas salvadores, fortaleciendo lo que se llama “elegantemente”, la fuerza del libre mercado que cubre ya hasta los servicios públicos, como causa de la ineficiencia y de la corrupción burocrática, como si ambas no estuvieran también en el corazón del sacrosanto libre mercado, consecuencia de las crisis del capitalismo deshumanizado.  También pudiera ser de grupos de medición de las reacciones de masas, tomando en consideración la noticia contradictoria, supuestamente de la NASA. 

En fin, mantengamos el optimismo, alimentemos la solidaridad y afirmemos los valores de nuestra fe, dando testimonio de ello en estas próximas fechas de recordación de la creencia cristiana, sin exclusión de nadie, unidos en la fraternidad de una sola humanidad.