Bienvenido a "Mi Celda"



El presente Blog incluye escritos jurídicos, educacionales y comunicológicos de mi producción intelectual, como tmb escritos de otros autores.






viernes, 28 de junio de 2013

PEDRO Y PABLO



Estimados cibernautas:
Más que un cuadro religioso, resulta una escena de coherencia y de lealtad. Sobre todo de fidelidad al servicio de una causa, como pudiera ser una causa política que acaban su vida para que, al final, otros vivan. Así fueron Pedro, el Papa y Pablo, el soldado convertido, quienes, al final, han quedado como paradigmas. 

PEDRO Y  PABLO

  
Estos santos,  si bien participaron de las enseñanzas del Maestro, sus antecedentes y apreciaciones tuvieron alguna diferencia, siendo ambos judíos.

Pedro, el pescador

Pedro fue uno de los 12 apóstoles, señalado por Jesús para sustentar su iglesia, independientemente de las interpretaciones que se hacen por algunos estudiosos. Pedro, un humilde pescador sin mayor educación y jefe de una familia, lo cierto es que él fue el primer Papa, a pesar de las discusiones al respecto, es decir, el sucesor directo de Cristo Jesús.Pedro lideró los primeros tiempos de lucha por la expansión de la misión que recibiera del Maestro, a quien negara tres veces, ante la miserable amenaza que se cernía sobre los amigos de Jesús.

Pablo de Tarso

Pablo; sin embargo, fue convocado por Jesús, después de la pasión y en medio de su furia, persiguiendo a los seguidores de las enseñanzas de Cristo, considerándolos destructores de los sagrados principios del judaísmo, independientemente de su condición de fariseo. Pablo fue siempre una persona íntegra, creyente en un solo Dios y lejos de la vida disoluta, según los estudiosos. No es que se convirtiera, como resultado de las prédicas de los apóstoles o de los numerosos creyentes o sensibilizado por la aceptación de los que sostenían  esa fe a los martirios y prisiones que él personalmente les infringiera; no, su adhesión, increíblemente firme, fue el resultado de una revelación del mismo Jesús, mientras él marchaba a la búsqueda de seguidores de Cristo para capturarlos y arrastrarlos a Jerusalén. Pablo, soldado y ciudadano romano, alegó esta ciudadanía para no ser apaleado, lo cual constituye la expresión de un principio para reclamar lo que es de derecho. Así, llevó la doctrina de Cristo Jesús por lugares lejanos, gracias a sus convicciones y a su gran apertura hacia los gentiles (extranjeros o no judíos), alegando siempre la primacía de la fe en Cristo sobre la ley (judaica). Es más, creo que Pablo reconoció  la necesidad de adaptación de las reglas a los principios y a las necesidades de universalización, siempre en solidaridad y en los misterios del amor, predicados por el Maestro.

Solidaridad


Traigo estos recuerdos, porque hoy, más que nunca, el representante de Cristo en la tierra requiere de la unión de quienes realmente se sienten miembros de su iglesia, lejos de considerar la religión como un negocio o como un biombo para ganar posiciones en una sociedad que se pierde ya en los afanes del lucro y del uso del poder para enriquecerse y cometer cualquier latrocinio a su favor, dejando al pueblo en el hambre y en la desesperación. Por ello, roguemos a Cristo, Dios, hecho hombre, para que asista y proteja al Papa Francisco, dispuesto a remozar el centro de gobierno y administración de la Iglesia Católica, más allá de las reglas y litúrgias,  sobreponiendo la fe que nos dejó el Redentor, Jesús Cristo, hijo de María y de Dios Padre.

lunes, 17 de junio de 2013

UNIVERSIDAD: REALIDAD O DESEO




Estimado Lector: En el Perú se vive actualmente un caos de normatividad, en relación a la institución universitaria, pues existen universidades de particulares dedicadas más al negocio que a la finalidad que histórica y legalmente tiene. En esta situación surge la gran cuestión: cómo realizar una supervisión de las universidades respetando la autonomía que le es inherente y cuándo se puede decir que esa universidad de propiedad hasta de un individuo puede gozar de ese atributo que todos los universitarios acariciamos. Personalmente, creo en la posibilidad de convocar la inversión privada, en el marco uniforme de obligaciones de públicas y privadas y sobre la plataforma de la comunidad universitaria, respetando la democracia estructural interna. Lo que en este artículo planteamos es parte de ese gran problema, apostando por el desarrollo de la universidad, como pilar del desarrollo de la ciencia, para lo cual se requiere la responsabilidad de docentes, estudiantes, egresados y del cuerpo de personal administrativo.  


UNIVERSIDAD: REALIDAD O DESEO* 
  
La decisión del Congreso de la República de abordar de una vez el asunto de la Ley universitaria ha generado una serie de inquietudes académicas y económicas. En efecto, cuando invocamos el sostener la concepción institucional, partiendo del grito de Córdoba, es la nostalgia de  la realización de una institución desarrollada en un ambiente de libertad y de esencia académica sobre la base de la solidaridad del cuerpo organizacional, es decir la universidad entendida como la comunidad de profesores,  estudiantes y graduados, como lo define el tercer acápite del artículo 18 de la Constitución de la República del Perú (CE), admitiendo la participación de los representantes de los promotores. Esto no es nada simple, tomando la perspectiva de lo que sucede en la realidad nacional, desde la dación del Decreto legislativo 882, bajo el pretexto de promover la inversión en educación, con lo cual se trajo el concepto de la educación como objeto de comercio o de realización de patrimonio particular. El tema da para mucho y no es el espacio de opinión para una exposición más o menos exhaustiva; aunque sí para el planteamiento de la dificultad de diseñar, discutir e implantar una nueva universidad, porque el artículo 18, ab integro, requiere  un desbrozo de su intención,  antes de ello.

El problema organizacional

Es una verdad de Perogrullo el afirmar que la organización no es el conjunto de bienes materiales y ni siquiera del capital, como recurso indispensable para su financiamiento; sino, el potencial humano que hace el colectivo, como parte substancial para su realización material, lo cual  es ya una determinación jurídica. Así, el acápite segundo del artículo 31 de la CE de 1979 precisaba que “las universidades nacen por ley. Son públicas o privadas, según se creen por iniciativa del Estado o de particulares.” En buena cuenta, era la ley la que concedía la personalidad jurídica de la universidad y todas ellas se regían por las mismas reglas de la Ley universitaria, traducidas a sus estatutos y reglamentos. Hoy en día; no. Las universidades del Estado o públicas se expresan por la comunidad universitaria y así se administran; en cambio, las privadas (particulares), es decir las fundadas (no sólo promovidas) por sociedades comerciales (hasta de una persona) o cooperativas o asociaciones civiles, éstas se administran por sujetos distintos a la comunidad universitaria, de modo que son aquéllas las que gozan de la personalidad jurídica, mientras que la universidad(comunidad universitaria) se constituye en un objeto comercial o “social” Ahora tenemos: universidades públicas y algunas universidades privadas (con personalidad concedida por ley) y universidades privadas-particulares (cuya personalidad jurídica emerge de la ley civil o comercial o cooperativa). En las privadas de la actual Ley 23733  era un asunto de mera promoción por los particulares y, en las segundas (D.Leg. 882) son los particulares los que las fundan y al Estado  sólo le corresponde autorizar o no su funcionamiento; no su fundación.

Cambio de régimen legal

Un asunto muy serio es el de la adecuación de universidades privadas (L.23733)  cuyo crecimiento y desarrollo se forjara por la comunidad universitaria y que de pronto resultan como “universidades (D.Leg. 882) asociación civil” cuyos asociados sólo serían el subconjunto de profesores ordinarios, excluyendo a los que se atrevan a reclamar sus derechos,  dejando fuera a profesores contratados, a estudiantes y a egresados; peor todavía, con el peligro de convertirse de pronto en sociedades anónimas. Aquí existe un problema muy serio que no puede quedar fuera del enfoque legal. Peor aún, si tal "adecuación" se hubiera construido sobre un tinglado para el dominio de un subgrupo político o familiar. No pretendo recusar la inversión privada, que sí la hubo en algunas de ellas; lo recusable es apropiarse de un patrimonio ya constituido por el esfuerzo de un colectivo que deviene injustamente en patrimonio nacional.    

La autonomía

He aquí el gran problema. La CE (1993)  determina los fines de la universidad y el más relevante es el de la formación profesional, aunque  escamotea la facultad de otorgar grados académicos y títulos profesionales a nombre de la nación (como sí sucediera en la CE de 1979), lo que deja en el limbo y eso de pretender que las universidades acreditadas sí los otorgarían y las no acreditadas los otorgarían por sí y ante sí (seguramente como títulos nobiliarios) no tiene ni pies ni cabeza y más bien sería legalizar la estafa. La creación de carreras de servicio o académicas no puede estar supeditada al antojo de cualquiera persona. Así, el D. Leg. 882  ha perturbado la verdadera esencia de la universidad; pues, sin negar de que existen universidades privadas-particulares que actúan con seriedad, muchas están jaladas por la necesidad de hacer caja a como dé lugar y se ha producido una seria distorsión en la formación profesional, con honrosas excepciones. Aquí lo importante es hacer crecer la clientela. Así, hay universidades cuya finalidad central es tener una fuerza política y entroncarse con los partidos políticos o de hacer dinero con inconfesables propósitos personales o familiares ( con plata ajena).

¿Cómo entonces tratar este asunto de la autonomía que tiene su propia finalidad de libre expresión académica o de pensamiento?  ¿Cómo negar el Derecho del Estado, construcción jurídica, para procurar un sistema de supervisión, no necesariamente desde el gobierno en su forma ejecutiva, pero que garantice la objetividad?

El tema da para mucho. Sólo he pretendido dejar caer algunas inquietudes, en el marco de la extrema complejidad de la institución universitaria.

* Ver el ensayo Universidad Idea y Concepción en este mismo espacio.

martes, 4 de junio de 2013

EL PAVO REAL

El presente ensayo pretende presentar ciertos perfiles de la personalidad en general, fuera de rigurosidad sicolica y sí, del sentido que pudiera resultar de la observación.  Por cierto que no escapa una observación de esta forma de la subjetividad del observante, aunque pudiera verificarse de que efectivamente así resulta para muchos y para otros pocos que prefieren callar por prudencia o para evitar malas interpretaciones. A ver si nos miramos al espejo y a ver que resulta de nuestras apreciaciones. 


EL PAVO REAL


Ese colorido y maravilloso plumaje,  que se exhibe esponjado   en grácil y pausado movimiento, pertenece a una ave rara que conocemos como pavo real, pariente del horrible, pero muy útil gallinazo, guardián del medio ambiente. El pavo real parece estar consciente de que su hermosura es todo lo que tiene y todo lo que puede dar y en eso es un humilde animal. Por desgracia para él,  los humanos solemos compararlo con ciertas personas que inconscientes de su poca utilidad, suelen adoptar posturas similares, sacando el pecho, sofisticando su andar,  estirando el cuello para mirar a su alrededor, sin contestar el saludo de quienes considera inferiores.

Los hay de varias clases: Predestinados, Engreídos, Autosuficientes y Vanidosos.


Los predestinados

Habemos humanos que reclamamos posiciones preeminentes porque nos hemos convencido que esa posición fue hecha para nosotros y no admitimos que otra persona siquiera pretenda lo que creemos nos corresponde en exclusiva y que imaginamos anterior a nuestro nacimiento. Entonces nos pavoneamos ante el resto, exigimos el reconocimiento de ese derecho natural y combatimos fieramente cualquier competencia al respecto. Si por el acaso alcanzáramos el sitial de nuestras ambiciones, cualquiera hubiera sido la circunstancia, entonces, no queremos dejarlo y si se nos fuerza a hacerlo tendremos como enemigo al sucesor, como un intruso, advenedizo y usurpador, sin importar la causa del remplazo. Sentiremos mancillado el plumaje y la galanura del pavo real. Hay varias clases de predestinados: por el lugar de nacimiento, por razones genéticas,  por matrimonio, por chochera de un protector  y, también, por el acaso; estos últimos son los más tercos.   


Los engreídos

Los hay, quienes por feos o por lindos, fueron engreídos de mamá o de papá o de una vieja tía y como todo se les dio en casa,  todo se lo reclaman al resto del mundo. A veces, es un asunto de color o de apellido, Velázquez del Monte Pérez del Alcázar o de la Parra y Riego de la Espiga  u otros ilustres nombres, ya deslustrados, sin tierras ni beneficios que se desperdiciaron por tres generaciones. Sin embargo, también se empluman, dejan de comer, usan mondadientes y apenas si alternan con otros que consideran de menos alcurnia y que simplemente soportan por una cristiana humildad. Claro que pagan el club, dejando uno o dos trimestres en mora o a los ralos proveedores que incautos esperan el cumplimiento de esa mentira universal: ²mañana te pago². Este pavo real exhibe las plumas de su linaje y considera una ofensa que no se le fíe o que no se acepte su recomendación. Si por el acaso, ocuparan puestos de importancia, sean públicos o privados, o les sonríe la fortuna, reclama saludos con venias a todo ser que se le cruza en el camino, reservándose el privilegio de contestar ese saludo, como en la fábula del gato y del león y revientan ofendidos,   si el chofer les ofrece el asiento de adelante.

Los autosuficientes

No se trata del docto, ni menos del sabio, los que casi siempre son seres humildes; sino, del sabelotodo, el que no admite opinión en contrario. Es esa especie que apela a la experiencia para rebatir al joven o a la modernidad para contradecir los argumentos de la experiencia o a lo ilustre de su profesión o prosapia de su universidad o de las Escuelas primarias o secundarias de las cuales egresaron, como si fueran  actos de fe. Se considera dueño de las editoriales y exclusivo lector de las revistas culturales y especializadas, aunque no las conozca ni por el forro.  Cuenta las plumas de colores que adquiere en alguna barata y las exhibe como si fueran  propias.  Para los autosuficientes basta su “nivel de inteligencia” y “sagacidad” para resolver todos los problemas de la vida y del trabajo y de los negocios, en particular. Ellos y sólo ellos son capaces de  resolver todos los problemas y menosprecian las posibilidades de otros. Hablan, aunque no corresponda al contexto,  de semiótica,  dialéctica, estadísticas y campanean las palabras, que expresan en gesticulaciones teatrales y, como el pavo real, se empluman en todo campo, pero al final sólo les queda la desilusión de los magros resultados alcanzados, cuando no, del fracaso, cuya responsabilidad eluden con el pretexto de que no fueron nunca comprendidos.        

Los vanidosos

Es la especie que halagada por la suerte hizo fortuna, o que la recibió por herencia, aunque después la hubiera perdido. El vanidoso hace de lo eventual o aleatorio o superficial toda su escala de valores. Los vanidosos son ciertos individuos que  fueron premiados con la fuerza de la inteligencia o con la figura que recibieron en el reparto de caras como beneficio gratuito del Todopoderoso o que, por méritos propios o sin ellos, alcanzan posiciones de importancia en el conjunto colectivo, razón por la cual, diría sinrazón,   menosprecian a todo el que a sus ojos carece de la misma condición que ellos poseen o se castigan a sí mismos con la envidia para quien los posee. Tratan de hacer ostensible sus categorías y nadie, mejor que ellos.  Es el complejo de la reina bruja con Blanca Nieves. El vanidoso es quizás el más representativo de la injusta comparación con el pavo real. El vanidoso olvida que todo en esta vida es  sólo prestado y que, como la palabra hombre viene de humus que quiere decir tierra, a ella volvemos y que, más allá de la muerte, sólo llevamos culpas y buenas acciones.

Mi culpa


Por mi parte no me excluyo de ninguna de estas figuras, pues todo dependerá de la ocasión y circunstancia, porque al fin y al cabo, es muy difícil ser su propio juez y cuando se pretende semejante función ya se es un poco engreído, autosuficiente, vanidoso y predestinado. Quizás si lo predestinado sea discutible y quede para los que, en pose mesiánica, se consideran los únicos con la estrella marcada para profetizar, dirigir los destinos de pueblos o instituciones y constituir dinastías para el gobierno que ejercen. Dios nos proteja de semejante especie de individuos.

domingo, 2 de junio de 2013

EL CUERPO DE CRISTO

EL CUERPO DE CRISTO

El Corpus Christi es una celebración de la catolicidad, dirigida a convocar la reflexión del significado y trascendencia de la oferta de Jesús de su cuerpo y de su sangre en la última cena. Su celebración en el mundo católico se adecua a las fechas más convenientes, según las costumbres para esos efectos,  tomando la relación con la fiesta de la Santísima Trinidad, precisamente en la semana que culmina en este mes de mayo y comienzos de junio, prefiriéndose el jueves o moviéndola hacia el día que dé  la oportunidad a todas las gentes que quisieran participar.

Como agua fiestas

La opinión que expondré no pretende lucir ni tampoco deslucir estos esfuerzos para convocar  a la reflexión de los fieles del significado del santísimo sacramento y de la razón de exponer la sagrada custodia con gran boato que, a lo mejor, contradice la humildad del Maestro, al hacer la oferta en la última cena  a la luz de la solidaridad de sus humildes discípulos y a los ojos de la traición, presente en esos momentos. Menos mal que cuando se lean estas líneas, si es que se leen, la fiesta ya habrá pasado y sólo quedarán los recuerdos de la belleza de las alfombras de flores,  de la emoción de haber participado en la multitudinaria  procesión y hasta la satisfacción de que Jesús Cristo se quede preso en esa custodia hasta volverlo a mostrar.

Multitudes y fe

Los medios de comunicación se complacen en portar la noticia con los datos numéricos de los asistentes y las fotografías que mejor ilustran la procesión, destacando la asistencia de la jerarquía eclesiástica y de las autoridades civiles y militares, de los que estuvieron presentes. Es su misión y la encauzan de la forma como el público lector la quiere conocer. El asunto de fondo es saber, cuanto de esa multitud está allí entendiendo ese misterio de compartir el cuerpo de cristo, cuantos están por cumplir con la obligación escolarizada y con miras a los premios o castigos,  cuantos por el gozo de los amoríos,  de la curiosidad o del temor a la crítica de las cofradías y hermandades. Al fin, es una forma de cada cual para llevar su fe.    

El significado del misterio.

Lo importante es reconocer que hemos de formar nuestra convicción de que la sagrada eucaristía es una realidad, es decir, la expresión de la presencia de Cristo Jesús; nuestro reflejo, nuestro sendero al encuentro divino y una expresión de unidad y de solidaridad, a la luz de nuestras responsabilidades y de nuestros derechos, como del derecho de los demás. Esto no es nada sencillo; pues, es algo así, como la búsqueda de nuestra identidad, como cristianos, más allá de fórmulas mágicas y de intermediarios. 

Por lo demás, bienvenidas sean estas manifestaciones, si de ellas resulta la reafirmación de la fe cristiana, como realidad de vida.