Bienvenido a "Mi Celda"



El presente Blog incluye escritos jurídicos, educacionales y comunicológicos de mi producción intelectual, como tmb escritos de otros autores.






lunes, 19 de enero de 2015

LA HORA DE LA VERDAD





Estimados cibernautas, terminadas las elecciones y asumidos los cargos de gobierno local y regional, hemos de asumir una actitud positiva y contribuir en todo lo que nos fuera posible para que las autoridades trabajen en orden a los programas que promovieron y cuya realización prometieron, sobre la base de una conducta honesta, lejos de protagonismos y de cara a obtener el máximo de eficiencia y de eficacia en sus acciones. Es esta la razón de las líneas siguientes. 


LA HORA DE LA VERDAD


Vencida la primera quincena del mes de enero y en curso las nuevas autoridades de los gobiernos regional y local, es el momento de iniciar el cumplimiento de las promesas hechas en campaña; como también, evaluar el panorama de la organización política.

¡Ahora, es cuando!
No pocas de las autoridades elegidas, apenas tomada posesión de los cargos, iniciaron   de inmediato las quejas sobre la escasez de rentas, las cuentas por pagar, las obras inconclusas y sueldos y salarios no pagados por largos periodos, que hacen incomprensible el cómo hayan podido vivir sin los necesarios ingresos a los que todo trabajador tiene derecho. Todo ello, no puede tomarse como algo no sabido y quienes postularon a los cargos tenían que contar con esas dificultades y, desde ese punto, medir sus promesas; pues la realidad no es mero deseo y tiene que ajustarse a lo posible, lo cual depende, de los recursos financieros, potenciales humanos, tecnología y de todas las demás condiciones para realizar una gestión pública de éxito. Como siempre, ahora, en la cancha, es cuando hay que demostrar que se puede llevar la gestión pública, mejor que la realizada por los que ya se fueron, lejos de lamentos vanos, de buscarle tres pies al gato y de amenazar a los trabajadores o de exhibir ilimitada autosuficiencia o de innecesaria soberbia. Ahora es cuando deben demostrar su vocación de servicio y no, de servirse del cargo para fines de beneficio y de riqueza personales.

Administración pública y administración privada.
La gestión pública es realización de la ley y sus fines y objetivos son la rentabilidad social. Ello supone distinguir lo técnico de lo político. No se trata de la administración de un negocio privado, cuyo objetivo fundamental es la rentabilidad económica, con un ámbito amplio para la toma de las decisiones. En cambio, la gestión pública está predeterminada,  su actuación limitada por la competencia  y por un complejo de convenciones para lograr el equilibrio institucional. A la gestión privada le importa más el aprovechamiento de los costos de oportunidad y la maximización de la rentabilidad; mientras a la administración pública le corresponde el sostenimiento del equilibrio social,  macro económico, la seguridad y el bienestar general.        
De allí que resulte una huachafería el pretender  mejorar la gestión pública, homologando las denominaciones de los cargos de dirección o lo regímenes legales del personal haciendo de los funcionarios públicos funcionarios privados, desconociendo la diferencia de los fines. Peor todavía, organizar los servicios públicos bajo el régimen propio de empresas privadas, generándose híbridos que no son ni empresas de derecho público ni empresas de derecho privado.
Democracia, Planificación y Acción
Los gobiernos regional y local han de partir del concepto y del hecho de que sus gestiones han de conducirse en un armonioso discurrir entre autoridades y población civil, para cuyos fines la ley ha facilitado la necesaria organización. Por otra parte han de mantenerse las necesarias comunicaciones internas y externas, de modo que las decisiones sean conocidas, realimentadas, adoptadas y ejecutadas armoniosamente. Todo el proceso ha de conducirse sobre la base de planes y programas que se traducen en el presupuesto y se proyectan en su ejecución. La supervisión y el control cautelarán el buen uso de los recursos y estas tareas tienen que ver con la indispensable honestidad de la gestión.
Por el bien de la región y de las municipalidades todos hemos de contribuir al éxito de sus gobiernos.