Bienvenido a "Mi Celda"



El presente Blog incluye escritos jurídicos, educacionales y comunicológicos de mi producción intelectual, como tmb escritos de otros autores.






miércoles, 30 de enero de 2013

EL ROJO


EL ROJO

Rojo es el rey de los colores
Porque rojo es mi color,
Que sueño por las noches
Y encuentro al despertar´
Por las mañanas.

Rojo es el color de la pasión
Que extiende la existencia
De todas las especies
En deliciosa unión
De dichosos seres.

Rojo es el  color
Preferido por los locos,
Se sienten  alegres
Al destello de  sus luces


Rojo es el mar
Que atajó al faraón,
Arrepentido por liberar
A sus esclavos.

Rojo es el  color
De la revolución con sangre,
Buscando acabar
Con la amarga injusticia.

Rojo es la capa del torero
Que convoca al toro
Al reto de la inteligencia
Con la  fuerza bruta.

Rojo, el color del  vino
En el cáliz
De la inmolación
Del  Hombre.

Rojo, el color de la vergüenza
Si es que existe
Y el sujeto a ella
La siente en el alma.

Rojo, el fuego
Que purifica
Y cicatriza las heridas
Dejadas en la lucha
Por la  vida.

Rojo será siempre mi color
Porque quiero la inmortalidad
De la sangre que corre
Por mis venas,
Porque siento vergüenza
Del ajeno depredar
De  la belleza,
Porque creo en la Redención
Sucedida en el calvario
Porque quiero que todos
Permanezcamos libres
Sin temores ni injusticia,
Porque tengo  vivo el  deseo
De acabar con los rencores
Purificando alma
Y corazones.
En fin,  humanidad dolida,
Porque rojo será el día
Del juicio final
No muy lejos de nosotros
Ni de ellos.

martes, 22 de enero de 2013

OSADÍA


OSADÍA

Pasarán las aves,                                                        Llorarás, entonces,    
Raudas golondrinas,                                                  sintiendo en tu pecho la alegría
En  vuelo de estacional peregrinaje                           del renacer la juventud
Buscando  otros veranos                                           y la fuerza del deseo.
Para calentar sus alas,                                                Recogeré tus tristezas
Frágiles  al hielo.                                                       Bebiendo en tus mejías
                                                                                  Aquellas lágrimas
Pasarán las aguas,                                                      Que  nunca sentí mías
Murmurando  delirios de grandeza,                         
Soñando  convertirse                                                 Lloraré, también,
En  gigantes olas                                                       Pulsando mis recuerdos
Que  expresen la braveza                                           Como acordes de piano 
De  los mares.                                                            En el parnaso,
                                                           Como notas de románticos
Las  flores, alegres, coloridas,                                   Nocturnos.
Entregarán  sus cromos                                             Y como fibra de alma enamorada
Al  seno de la noche                                                  Caeré rendido ante tu imagen,
Y  dormirán marchitas                                               Cautivaré tus labios   
Esperando  el nuevo día                                            Y con inusitada valentía
Para  volver lozanas                                                   No dejaré perderte en el vacío
Bañadas  en rocío.                                                     Del falso prejuicio
                                                                                  O repudiable cobardía.
Pasarán los años,                                                      
Plenos  de recuerdos,                                                Serán tiempos buenos
Correrán  amargos por mis ojos,                                Sin  inviernos duros,
Evocando  juveniles devaneos                                  De  cauces húmedos
Y  estrujando  crueles las carnes                               Y ríos cantarines.
Y  los tiempos;                                                          Los años ya serán eternos,
                                                                                  Las  carnes, juveniles
Pero el hálito excelso                                                 Y tu imagen luminosa
De  tu imagen,                                                           Dejará suelta tu hermosura,
Quedará  como un sello                                             Descubriendo la ternura
En  mi pupila,                                                            Que  ocultas en tu aura,
Reviviendo  la esperanza de besarte                         Ahora, libre,
Y  de estrujar                                                             Libre de  prejuicios
Tu  material anatomía.                                              Y cadenas.
Renacerá mi fuerza                                                   
Para  llevarte al lecho                                                 
Y  gozar mi inagotable
Fantasía.

jueves, 10 de enero de 2013

CORRUPCIÓN: MITO Y REALIDAD


CORRUPCIÓN: MITO Y REALIDAD

El tema

Como si en el mundo este tema fuera novedad, es ahora programa de gobierno y oferta electoral en cualquier país y particularmente en los de América del Sur, del Norte y Central, ofreciendo evitar o ejemplarizar la defenestración de la obligación del servicio público para ponerlo al servicio del enriquecimiento de la persona, quien se obligara bajo  juramento al cumplimiento de la función que la nación le confiara.  El asunto es que  la descomposición de la conducta humana no está constreñida a una profesión o estado ocupacional o espacio público o privado; sino que toca la misma médula de la sociedad.

Nadie niega que hay que combatir la corrupción en el ejercicio del poder o del servicio público y dónde ésta se encuentre, pero hay que hacerlo con veracidad y real honestidad, es decir, lejos de usarla como expediente o arma de destrucción política con incalificable cinismo.

El mito

La mitificación de la corrupción lo es en sentido negativo; pues surgen personajes a los que se les hace paradigmas de la viveza y aunque sirvan para los propósitos políticos o comerciales o de revancha del momento, proyectan una imagen de agentes capaces de aprovecharse y salir airosos de acuerdo al poder o a los blindajes que les cubren; en este sentido, los que reciben el “látigo correctivo” se amparan en la mala memoria del pueblo y no es raro que vuelvan al ejercicio del poder o de los privilegios del mismo.  Por otra parte se les alcanza como chivos expiatorios, con la promesa de prebendas inmediatas y posteriores.
Lo peor de  todo es que existen quienes,  amparados en el manejo de los resortes del poder y con fines de cubrirse así mismos o en beneficio de sus subalternos intereses,  buscan echar lodo a quienes siempre exhibieron una conducta irreprochable

La realidad

La corrupción es un virus o colonia de hongos que discurre por todo el aparato público y más allá de él. No obstante las reformas sucesivas del aparato estatal, la corrupción aparece constantemente, como si estuviéramos condenados a ella, no importa la esfera de gobierno o de administración. El ciudadano común y corriente se envuelve en el miedo y en la angustia cuando tiene que recurrir a los organismos tutelares de la seguridad y de la paz públicas, sea la policía, la justicia o la administración pública y no falta quienes, sin escrúpulo alguno, utilizan estos organismos  en su propio beneficio, como si se tratara de un arma común, útil para  liquidar a enemigos y estorbos para su propósitos, incluyendo organismos como contraloría general o superintendencia de tributación. 

El asunto es que no se trata de las instituciones en sí; sino de personas concretas, cuya conducta, generada en la dinámica social, contraviene las elementales reglas de comportamiento y lealtad a sus deberes y genera una imagen negativa de los colectivos.

¿Causas y remedios?

Desgraciadamente,  este problema se envuelve en un círculo vicioso que como el tsunami gira y se extiende por toda la circulación social golpeando fuertemente al colectivo institucional. Así, la familia se desarticula con más frecuencia, la educación no se desarrolla en un contexto de liderazgo y responsabilidades concientes, la fe en lo trascendente se hace cada vez más teatral que auténtica y el afán de riqueza pronta y fácil se siembra en las mentes juveniles con más fuerza. A eso tenemos que responder con la recuperación de valores, pero no como argumento político electoral o de mera expresión; sino sobre la base del testimonio de vida de padres de familia, jefes de colectividades, educadores; sí, educadores de todos los niveles, etc.