Bienvenido a "Mi Celda"



El presente Blog incluye escritos jurídicos, educacionales y comunicológicos de mi producción intelectual, como tmb escritos de otros autores.






miércoles, 24 de febrero de 2016

ONOMÁSTICO

Yo nací un día
en el que el sol estuvo ebrio.
Era el medio día
de un viernes de verano.
Sintió el sol
Calor  en sus entrañas
Y  se bebió toda la chicha
De  mis pueblos.
El sol estaba alegre,
Jugaba  en las arenas del desierto
Con  los reflejos
De  los suaves espejismos
Que  alumbran ilusiones pasajeras.
.
Yo nací un día,
En  el que la luna estuvo enamorada.
Se asomaba, coqueta,
Y  haciendo del cielo su ventana,
Sonreía   a todo transeúnte  que pasaba.

Yo nací un día,
En  el que las estrellas
Jugaban  distraídas,
Regalando  sus destellos
A  todos los niños de mi barrio.

Yo nací un día,
En  el que no importaba
Que  nada se tuviera,
Si  el sol estaba alegre,
La  luna, enamorada
Y  las estrellas, generosas,
Se  era afortunado.     

Trujillo,  Perú


lunes, 15 de febrero de 2016

MISERIAS DE LA POLÍTICA





CIBERNAUTAS: 

El presente artículo es expresión de la solidaridad de quienes se sientan pertenecientes o  próximos a la vida académica universitaria o con un colectivo académico o comunidad de profesores, alumnos y graduados; contra el cual se generan olas de agresiones por  acciones que no le son propias ni emergen de su seno; sino, que corresponden a personas cuya condición es la de promotores o de propietarios y que, cualquiera fuera la situación, tienen derecho a la defensa de sus propios fueros, que no son los de la universidad.
  

MISERIAS DE LA POLÍTICA

GUILLERMO G. GUERRA C.

Naturaleza de la política

Es innegable la nobleza de la política, entendida como el arte y la técnica de los procesos de gestión del bien común; pero, puesta en práctica, aparece el operador con sus virtudes y miserias y, mientras el actuar se alimente con las virtudes; tendremos resultados compatibles con la justicia y la equidad; pero, si aflora la codicia de poder y el afán de sus beneficios emerge el germen de la corrupción que se dispersa en colonias virulentas que contaminan cada rincón de la acción pública.

La persona y la institución

El asunto Acuña nos ofrece un cuadro que nos permite una visualización concreta de como los afanes de poder no reparan en agredir áreas que por su misión merecen respeto y evitar que las iniquidades de unos, cualquiera fuera su vinculación con esos asuntos, se confundan con esas áreas nobles.
El candidato Acuña, promotor de la Universidad César Vallejo y de otras universidades, es objeto de denuncias, en cadena, de presuntos  plagios en los trabajos que sustentaron sus grados académicos y objetan la legalidad de su título profesional; y, ello ha dado motivo para la escandalización y la atribución de esas acciones a la institución de su “propiedad”, la que, de acuerdo a ley, es una institución independiente de su persona y de su familia.

La tragedia académica

Desgraciadamente, eso es consecuencia del sistema introducido por el Decreto legislativo 882 y afianzado con la Constitución del 93 y que no se ha aniquilado con la nueva Ley universitaria. Decreto legislativo que fuera interpretado a conveniencia, pues su efecto sólo se concretaba a facilitar inversiones nuevas, concediendo ventajas en la gestión administrativa a los inversionistas, pero con observancia de la vigencia de la comunidad universitaria; porque la universidad por definición constitucional es la comunidad de profesores, estudiantes y graduados, de los cuales debe emerger el rector. La universidad no es el promotor. La universidad es la comunidad académica, a la que le corresponde la autonomía como garantía de expresión científica, en todos sus ámbitos. Desgraciadamente, en las universidades fundadas o adecuadas al Decreto legislativo 882 el gobierno institucional no emerge de la comunidad universitaria y, si por disimulo así lo fuera, está mutilado, pues no se integra con representación estudiantil ni con representantes docentes, electos libremente, ajenos a reprochables vejámenes.

Procedimientos y actos académicos

Los actos de administración académica, se supone, emergen de procesos de la misma naturaleza institucional y han de subordinarse a procedimientos preestablecidos  de modo que la concesión de  grados y títulos es atribuible a toda la comunidad y no al rector o presidente académico y menos al presidente del directorio empresarial; aunque por la influencia de éstos puedan no tener toda la pureza que les debe ser propia.
¿En la política vale todo?

Por estas razones, considero actos de miseria política identificar a la comunidad  académica con los actos personales de quienes tengan la situación de propietarios o directivos de la asociación o simplemente del dueño del capital y peor, cuando los hechos controvertidos son sólo supuestos y no atribución de responsabilidades debidamente comprobadas. Peor todavía, huyendo de la responsabilidad voluntariamente asumida o voceando la devolución de la distinción académica que se le concediera, se supone, por consideraciones a sus méritos.
¡Arriba los corazones!

La comunidad vallejiana debe sentirse libre y levantar la voz frente a los vejámenes que se le lanzan, abierta o veladamente, por políticos en campaña o por mediáticos desenterados o interesados y demostrar que, más allá de los prejuicios, son dignos de la comunidad académica nacional.  ¡FUERZA, VALLEJIANOS! SIGAN EL LEMA QUE EMERGE DE ESE HERMOSO POEMA EN EL QUE CON ESPERANZA EXPRESA: HAY, HERMANOS, MUCHÍSIMO QUE HACER!