Yo nací un día
en el que el sol estuvo ebrio.
Era el medio día
de un viernes de verano.
Sintió el sol
Calor en sus entrañas
Y se bebió toda la chicha
De mis pueblos.
El sol estaba alegre,
Jugaba en las arenas del desierto
Con los reflejos
De los suaves espejismos
Que alumbran ilusiones pasajeras.
.
Yo nací un día,
En el que la luna estuvo
enamorada.
Se asomaba, coqueta,
Y haciendo del cielo su ventana,
Sonreía a todo transeúnte que pasaba.
Yo nací un día,
En el que las estrellas
Jugaban distraídas,
Regalando sus destellos
A todos los niños de mi barrio.
Yo nací un día,
En el que no importaba
Que nada se tuviera,
Si el sol estaba alegre,
La luna, enamorada
Y las estrellas, generosas,
Se era afortunado.
Trujillo, Perú
Nací en Piura, tierra donde el sol brilla todo el año y en el mes de febrero, marchando hacia marzo el sol es una llama en la tierra y los piuranos trabajan sin descanso, pero siempre alegres y dicharacheros.
ResponderEliminarSobretodo eso Doctor Guerra! siempre alegre y sonriente jeje así lo recuerdo! saludos!!!
ResponderEliminar