SIEMPRE JUNTOS
Estás ausente
Y sufro tu silencio
En el inmenso vacío
De
tu espacio,
Mas gozo tu sonrisa
En el horizonte infinito
Del recuerdo.
El aire generoso
Me trae el eco
De tu voz y del suave fluir
De tus suspiros
De aquellas dulces veladas
Que llenaron nuestras almas
Con el néctar del amor eterno.
Siento agitarse
La suavidad de tus caricias
Que, entonces, fueron mágicas sensaciones
De tus delicadas manos
Que ahora espero, aprehensivo, su retorno.
¿Dónde estás?
Me angustia la pequeñez
De la carnal presencia
Y me aferro a la grandeza
De la inagotable fantasía
Que te trae de vuelta
A mis brazos
Y te entrega a la insaciable
Lujuria de mi cuerpo.
¿Qué haces?
¿Con quién juegas?
Me imagino corriendo juntos,
Los dos,
Tras
las aves juguetonas
O en la playa solitaria del
silencio,
Cubriendo tu cuerpo con la arena,
Mientras sueñas
Sabe Dios con cuales fantasías.
Ahora, eres mi angustia
Y retuerzo mis manos
Como aquellos drogadictos
En sequía,
Más la sola estela de tu aroma
Y las cortas palabras
En la nota de tierna despedida,
Me devuelven la calma
Y me regalan la esperanza
De un retorno pronto
A mis caricias,
Frente al espejo
De nuestras retinas de la carne
Que son el camino
Para un viaje al fondo de
las almas.
Por eso,
Aunque ausentes,
Jamás estaremos separados,
Viviremos siempre juntos
Aún más allá
De la efímera existencia
De la carne; pues,
Vale más el alma
Que la espesa materia
Que se entierra.
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