El presente Blog incluye escritos jurídicos, educacionales y comunicológicos de mi producción intelectual, como tmb escritos de otros autores.
viernes, 12 de octubre de 2012
MAS ALLÁ DE LA MUERTE
MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
La morfología social nos presenta un conjunto de modelos para su configuración, entendiendo ésta como la vinculación de los seres pensantes con propósitos comunes. Uno de sus objetivos es reflexionar en común sobre la vida y la muerte y emerge la religiosidad, la que en su mayoría está vinculada a la idea de la situación posterior a la muerte o a qué nos puede suceder, como también, sobre los modos de orientar la vida hacia la felicidad para lo cual hemos de hacer construcciones de fe en vida que nos planteen la ruta y las condiciones para correr sobre ella con seguridad de la consecución de la vida eterna.
De agnósticos o ateos a la fe religiosa
He conocido, como conozco, a muchas personas que en la juventud han sido drásticamente antirreligiosos, pero ante la pérdida irreparable de un ser querido o al sentir el peso de los años y la debilitación de las energías han vuelto sus reflexiones a la necesaria esperanza de la vida más allá de la muerte y, como si despertaran a nuevas posibilidades, han solicitado a un sacerdote para ser asistidos en los estertores de su agonía, mientras las familias esperaban un milagro para retrasar los pasos de la muerte.
Para estos fines surgen guías de orientación que son los libros sagrados en los que se asientan los principios de fe y normas de conducta a observar como las exigencias derivadas de la voluntad divina que se encarnan en los fieles, conducidos por los profetas y un líder.
Religiones o modos religiosos hay para los diversos grupos humanos de oriente y de occidente y la idea de Dios es adecuada a su modo de vivir, es decir, a la concepción o forma de ver el mundo y la vida, ajustadas a las etnias.
El cristianismo y el occidente
Nosotros en el occidente y en el Perú, específicamente, somos dominantemente cristianos, agrupados en distintas sectas, entendiendo como secta grupo humano cohesionado alrededor de una fe o de una ideología, lejos del significado que suele darse a este vocablo que tiene que ver con el fanatismo o fundamentalismo (sectarismo-sectario)).
Específicamente, somos mayoritariamente católicos y tenemos como libro guía el Nuevo Testamento de la Biblia, libro sagrado, sustento de la religión hebrea o de la nación judía.
Todos los ensayos de este eje se desarrollan sobre las creencias en Cristo, reconocemos a María como Madre del Hombre-Dios e instrumento para el misterio de la redención.
Abogamos por ponerse frente a las coincidencias, dejando fuera las discrepancias, posiciones a las que cada cual tiene derecho. Al fin, hay un solo Dios, no importa cómo se conciba de acuerdo a la concepción de cada religión.
Por estas razones nos esforzamos por difundir esa idea como muestra de solidaridad.
Es importante comprender los mitos y los ritos respectivos en su dimensión temporal, pues devienen de la cultura colectiva en un tiempo y espacio determinados y de un proceso histórico de cada colectivo humano, de modo que el transcurso del tiempo va poniendo en evidencia los mensajes generacionales, es decir el avance de las ideas respecto a esa fe, a la ruptura de fajas que no permiten ver la realidad de las cosas; pues nuestro afán de inmortalidad y de superación de la muerte, no nos puede detener en creencias que injurian la naturaleza o que nos dividen, en vez de unirnos, o que siendo semejantes nos esforzarnos por encontrar diferencias de modo de generar enfrentamientos que van más allá de la simple contradicción y se tornan destructivas.
Los misterios de la fe cristiana
Estas formas pudieron justificarse en el periodo de la búsqueda de la identidad o de la compatibilización de ésta, en diversidad, pero no hoy en día.
Circulan en este eje los principios fundamentales de la fe cristiana, como son la reencarnación y la resurrección de Jesús, el líder de esta concepción que se proyecta por el misterio de la transustanciación del vino en la sangre de Jesús y el pan, en su cuerpo, como una expresión mítica, en el sentido propio del significante, lo cual no quiere decir que no se tome como una verdad de fe; sino como un modo de expresarla. También insistimos en María, madre de Jesús, como la mediadora con el líder y la realización de Jesús en la cruz, entregando a su madre, como madre de la humanidad, en la persona del apóstol Juan. Todo, como traducción del afán del ser humano de aliviar el sufrimiento y de garantizarse un tránsito a la eternidad o más allá de la muerte a otra vida o nivel de existencia.
¿Quién quiere a Jesús en la calle?
El cristianismo es sobre todo una religión, aunque se ha derivado a concepción política, lo que puede parecer contradictorio, con la expresión de Jesús: “Mi reino no es de este mundo”. Esa corriente que ha tenido éxito en países europeos y en algunos países latino americanos, desgraciadamente, en el Perú ha presentado cierta resistencia, pues como manifiesto en alguno de los ensayos, el pueblo peruano pareciera no querer a Cristo Jesús en las calles y sí, adorarlo en el tabernáculo o en el sagrario, en donde debe permanecer tranquilo, bajo llave, y escuchar nuestras plegarias, ya que lo que hagamos en la calle es cosa nuestra. Ese es nuestro pensar y nuestro proceder y somos muy atentos a las procesiones que multitudinariamente acompañamos en esos paseos a Jesús crucificado, bien clavado y atado como para que no se nos escape y se apodere de las calles.
Cristo por encima las facciones políticas
Por otra parte, en términos políticos, nadie puede pretender ser la traducción del mensaje social contenido en el Evangelio, pues las opciones políticas, aunque pudieran parecer contrarias a la religión; individualmente, las personas la sienten, las expresan, las disimulan y hasta las recusan, pero, como hemos ya referido, en algún momento de la vida o en la ancianidad o en el dolor se vuelven hacia la fe, creyendo en algo que está más allá de las fuerzas de la naturaleza. Los pueblos son religiosos per se, aunque siento que ello es como si se estuviera fugando.
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