POEMA
EN VERSO LIBRE
PSICOSIS
Hoy,
que despierto sin cadenas Hoy, quiero aferrarme
Quiero
escribir lo que me da la gana, a este sueño de
libertad ingenua.
Romper
esos papeles
manchar con tinta el expediente
De
palabras formales
del impávido burócrata,
Con
torcidos eufemismos
romper la curul del cínico político,
Que
otros me dictaron.
Llevar la paz a los cuarteles
Devolver la libertad a los reclutas,
Hoy,
que puedo mirar la noche convertir en
cucharas los fusiles,
Sin
prejuicios,
las balas, en garbanzos limpios
Quiero
vagar borracho por las calles, y las granadas, en pan
para los niños.
Gritando
a todo pecho
¡Viva
yo! ¡Carajo! Hoy, quiero gritar al viento
Porque
ayer, sólo pude caminar sandeces de borracho,
Sin
salir de la vereda.
Cantar, reír, llorar y decir
Hoy, quiero juntar
incoherencias de demente,
La
pista con la acera expresiones de verdad sincera
Y
escribir en las paredes
lejos de formulismos de etiqueta
¡Viva
la paz! ¡Viva la vida! Porque
ayer,
¡Muera
la muerte! Sólo
pude expresar en mi oratoria,
Ilustrado por reales académicos,
Hoy,
sin exequátur ni chaleco,
frases hechas en elegante prosa,
Quiero
detenerme en esa esquina según el
diccionario de la Lengua.
Y
conversar con la linda prostituta
Porque
ayer,
Hoy, quiero ser libre,
Sólo
pude mirarla de reojo, Rasgar la carne de mi cuerpo
Fingiendo
una santa repugnancia. Expeler la
sangre de mis venas
Hoy,
quiero amarla Tirar
mis huesos al espacio
En
la triste soledad de sus caricias, y perderme en
el vacío de la nada
En
el frío rencor de su ostracismo
Y
abrigarla con el fuego del pecado.
Hoy, Libre
como el viento,
Sin materia que agoniza,
Hoy,
libre de jueces disfrazados, Sin angustia, sin dolores,
Con
neuronas engrilladas, Ya no
quiero vivir con la impotencia
Cautivos
en los sueños de riqueza, De ver sufrir a mis hermanos
Y
presos en los lazos del poder, Triturados en
la bolsa de valores,
Hoy
quiero escupir en la cara Convertidos
en doblones de oro,
Al
magistrado
En números de codicias viejas
Que
vende sus sentencias sin conciencia O alcancías de claves
electrónicas
Porque
ayer,
Que llenan las arcas
de viejos usureros
Aplaudía
sus discursos moralistas
En
la cómoda poltrona Hoy,
quiero ser YO,
Del
Palacio de Justicia
libre como gitano errante,
¡LIBRE!
Se habla de meritocracia y, por las entrevistas, se distorsionan los resultados y se premia al envarado, de acuerdo a las tarjetas o a los telefonazos. Se habla de justicia para todos;pero, eso depende de los intereses del Tesoro Público o de los favorecidos por el loby. Creo que la anmargura de González Prada y la angustia de César Vallejo ponen al desnudo las hipocresías de los oradores moralistas y de los políticos oportunistas. El asunto es no caer en las mismas.
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