Bienvenido a "Mi Celda"



El presente Blog incluye escritos jurídicos, educacionales y comunicológicos de mi producción intelectual, como tmb escritos de otros autores.






martes, 23 de abril de 2013

ENTRE LA PAZ Y LA GUERRA


ENTRE LA PAZ Y LA GUERRA
 
Si preguntáramos a las madres de familia por cuál de estas opciones  decidirían, con toda seguridad que, sin vacilar, apostarían por la paz. Esto, independientemente de que si tuvieran que afrontar una situación bélica tomarían valor para sacrificar su valioso tesoro en defensa de los principios que conlleva el significado patria.  El asunto se hace más complicado cuando el conflicto bélico podría o se produce al interno del amado país. Esos deben ser los dilemas que se afrontan en los casos de una Venezuela agitada por la lucha del poder y, peor, ante la amenaza que se cierne de destruir el planeta tierra hecha por un agitado líder de Corea del Norte. Asunto, este último, que requiere de un enfoque especial.

Dios guarde a Venezuela

Este país tiene ya un presidente elegido y electo en un discutible proceso electoral, realizado sin observadores internacionales, en desiguales condiciones de medios y recursos con el pretexto de la defensa del principio de soberanía y de la institucionalidad. Digo, pretextos, porque en el concierto internacional  el principio de soberanía no es ya un obstáculo para las interrelaciones de Estados y de Gobierno, de lo contrario no se explican los organismos supranacionales y la subordinación a éstos, como también la aspiración a la unión de diversos Estados con una legislación y una economía comunes.  Tampoco resulta coherente la negativa al conteo de votos y a la solución de las irregularidades denunciadas, de modo que las decisiones adoptadas por los organismos competentes, así fueron y así culminó la elección.  

Esto, como muestra del desequilibrio del proceso. Desgraciadamente, la participación en el proceso se hizo conociendo esas situaciones que ponían en ventaja a una de las partes y los resultados eran previsibles, el resto era esperanzas en la desconfianza.

¿Y ahora, qué?

¿La rebelión de las masas? ¿Con que medios? ¿La sola valentía de poner el pecho? Los poderes formales del Estado están controlados  por los ganadores  y el poder concreto y efectivo está subordinado a ellos. De modo que un levantamiento de las masas requeriría el apoyo de ese poder real, caso contrario se producirán muertes de ambos lados, para llegar a lo mismo, es decir, sacrificio de vidas en vano y los ganadores, muertos de risa y con ventaja para acusar de esas desgracias a la oposición. Desafortunadamente, las arbitrariedades y la prepotencia son producto de esas mayorías, donde quiera se den y es muy fácil el armar muñecos para derivar “responsabilidades” e imponer el terror al común de las gentes.   

El asunto se complica con la decisión de UNASUR y de cada uno de los Estados articulados en éste; pues producido el reconocimiento de los Estados miembros, la legalidad del gobierno queda consagrada y amerita el respeto interno y externo. Resulta así ocioso el condenar la asistencia del presidente de la República al acto de juramentación y peor la amenaza de censura del Ministro de relaciones exteriores.

Sólo queda una oposición inteligente y valiente que mantenga alerta a la ciudadanía de los despropósitos que ya se vislumbran. 

Dejamos aparte los pretextos ideológicos y eso de convocar al socialismo, al humanismo cristiano, socialismo bolivariano, liberalismo o neoliberalismo, ya tendremos oportunidad de discutirlo.
    

No hay comentarios:

Publicar un comentario