LAS UNIVERSIDADES
NO SON INTOCABLES
Hoy en
el Perú nadie duda que sea necesario hacer una transformación radical al
sistema universitario. Solo un grupo de beneficiarios y casta por años en el
poder hacen su berrinche de protestas sin hacer llegar propuestas concretas
para superar la crisis de las universidades del país. Los protestantes se
escudan en la defensa de la autonomía universitaria. Nadie en su sano juicio
puede estar en contra de la autonomía
para la calidad y la enseñanza del pensamiento universal. Lo que los rectores y
sus funcionarios no pueden tener es autonomía para gestionar universidades
mediocres y de baja calidad para todos los peruanos, menos sin acreditación profesional de muchas de sus
carreras con catedráticos que son desaprobados por los propios estudiantes,
como sucede en la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión, que mucha
gente ligada al poder corrupto del gobierno anterior se hicieron catedráticos
de la noche a la mañana sin un concurso transparente, plural y democrático.
La
casta del poder corrupto y mediocre en las universidades del país, es con el
visto bueno de la Asamblea Nacional de Rectores, otro nido de corruptos para
dejar hacer y dejar pasar la corrupción académica, administrativa y económica
en las universidades del país ¿Por qué los rectores y la ANR no se movilizan
por las calles de Lima por la búsqueda de una universidad científica,
filosófica y política de la sociedad que queremos construir en el país? Con
algunas excepciones casi todas las Universidades públicas y privadas son
tiendas de negocio para entregar títulos dorados sin valor para resolver los
graves problemas de la nación. De las 400 mejores universidades del mundo ninguna universidad peruana aparece en
esta relación. De las 100 mejores
universidades de América Latina tampoco hay espacio para una universidad del
Perú.
Por
tanto la crisis de las universidades del país en particular las públicas están
en sus cometidos, metodologías y en sus saberes que son del siglo pasado.
Universidades de bajo nivel académico, sin proyección social y menos en temas
de investigación son una rémora en decadencia con tanta plata que reciben por
las transferencias de los gobiernos regionales. El Perú necesita un nuevo tipo
de universidad de calidad donde egresen profesionales de primer nivel.
La Iniciativa
Legislativa para reformar y modernizar las universidades que actualmente existe
en el Congreso Nacional se puede mejorar, y de hecho ya existen muchas
propuestas de muchos intelectuales. Creo que hay puntos que se pueden mejorar,
pero que es válido en sus puntos esenciales para no regalar títulos de
licenciados, magister y doctores que poco aportan para el desarrollo del país.
Lo que se quiere es que la plata de los peruanos que manejan las universidades genere
desarrollo con resultados concretos para cada sector económico productivo del
país.
Aquello
de "a igual trabajo igual salario", ha dejado de existir en las
universidades. El sistema legitima y oculta las remuneraciones y genera un
verdadero mercado de negociación individual de los ingresos y de las
condiciones institucionales del trabajo académico, produciendo una marcada
estratificación de este sector con ingresos diferenciados para cada categoría.
Se trata de un mecanismo perverso que atenta contra las condiciones requeridas
para la docencia y la actividad investigativa.
Los
ingresos de los docentes ya no dependen de su calidad académica, ni de la importancia
científica o social de sus investigaciones, ni de su preocupación por la
docencia de las nuevas generaciones, sino más bien de su habilidad para
presentar papeles de información requerida en el momento preciso de la
autoridad de turno de su afiliación o simpatía política. La carrera así
desatada entre los docentes los conduce a un esfuerzo burocrático,
administrativo, formal, para conseguir mejorar sus ingreso que cada vez se
incrementa por carpeta de papeles y no por muestras investigativas que no
existe en la mayoría de catedráticos de nuestras universidades en el país.
Esa red
mafiosa de contratación y ascenso de los catedráticos tiene que cambiar, si
queremos darle una nueva orientación científica y académica a la mayoría de
universidades que languidecen en su pobreza institucional por tener rectores
autoritarios que llegaron al poder con triquiñuelas y amarres políticos, más
que por sus meritos y capacidades. Conozco a algunos de ellos que nunca vi
dictar una conferencia, escribir un artículo de actualidad, menos escribir un
libro sobre su especialidad.
Este
sistema produce una discriminación pavorosa, un crecimiento del individualismo
y la competitividad, el abandono de la mística docente y de la investigación,
el debilitamiento de los sindicatos y un achatamiento de la actividad
comunitaria. Existen algunos docentes en la cúspide de una escala de
privilegios, una casta académica que integra las comisiones de contratos,
adquisiciones, asesorías, jurados, líneas editoriales, el control de los
ascensos y titulación. Aunque en su mayoría se trata de intelectuales que lograron
reconocimiento por su aporte al pensamiento crítico en el pasado, en la
actualidad han abandonado esa función, al menos en muchas universidades del
pais.
Es innegable que Universidad Pública que se constituye a partir de la Reforma del
1918 no debe ni puede permanecer tal cual frente a los cambios de la sociedad.
Las universidades del Siglo XXI no pueden estar mirando el espejo retrovisor
sino mirando el futuro incierto de la nación. ¿Pero qué cambios son necesarios?
¿A quienes convienen las que las Universidades Públicas sean intocables y que
todo siga igual en su fracaso? Las universidades democráticas, gratuitas, con
autonomía académica, han sido sacudidas progresivamente y poco o nada conservan
hoy de aquellos rasgos históricos. Se trata entonces de poner en la agenda el
debate intelectual del sistema
universitario, antes que estar recorriendo calles y avenidas de parte de
autoridades que no han tenido tiempo ni capacidad para hacer una propuesta integral
para el sistema universitario.
Lo que
hemos visto en los últimos tiempo de las autoridades universitarias son solo
justificaciones para no generar cambios
y transformaciones, y los males son siempre: masificación de matrículas
para tener más alumnos; creciente ineficacia; divorcio respecto de las
necesidades del país, poca "utilidad" del conocimiento producido (lo
que sería la causa de la baja absorción en el mercado laboral de los
egresados); supuesta inexistencia de recursos públicos para destinar a una
actividad de "escaso rendimiento", y carencia de docentes
calificados. Todo esto justificaría reducir la matrícula, cambiar planes de
estudio acortando los de grado y crear posgrados; vincular la Universidad al
mercado como sinónimo de "la sociedad"; "categorizar" y
"actualizar" a los profesores. Las nuevas medidas que se implementan
desde el Congreso Nacional pueden
ubicarse en cuatro grandes rubros vinculados estrechamente entre sí por las
consecuencias que provocan: presupuesto por resultados, autonomía para cultivar
el pensamiento universal, gestión transparente con rendición de cuentas a la
comunidad universitaria cada año fiscal y voto universal para elegir a las
autoridades en las universidades.
Todos
los años se incrementan los presupuestos de las universidades del país por dos
vías, por el gobierno central y los propios Gobiernos Regionales de cada
región. Pero al mismo tiempo las universidades se generan ingresos adicionales
por las "libertades" para vender conocimientos, servicios, proyectos,
investigaciones, cursos, títulos, consultorías, etc. en el marco de las
políticas de "libertad de mercado". Se abrió así subrepticiamente la
vía "privatizadora" de la Universidades Públicas, que mercantilizó su
actividad aun manteniendo la apariencia y rasgos estatales. Todo esto estaría
bien si se lograran resultados y rendición de cuentas que no los hay por el
manejo millonario en cada año fiscal. Por tanto hay que ponerles tareas
concretas con un nuevo sistema y estructura funcional de control a las
universidades del país. Las universidades del país están en el Perú, y no son
islas para que hagan lo que les viene en gana con la complacencia de la ANR que
lo nombran los propios rectores, es decir ellos son juez y parte del atraso y
corrupción que ha sufrido nuestras universidades en las últimas décadas.
Estas
actividades para el "mercado" produjeron dos efectos inmediatos. Uno,
que se debía producir lo que el mercado demanda, abandonando las líneas de
investigación desde objetivos científicos y sociales que no coinciden
necesariamente con los intereses de quienes pueden pagar y comprar esos
conocimientos. Dos, se empezó a advertir el primer nivel de discriminación de
universidades y facultades según las ofertas más acordes con el mercado.
Además, produjo discriminación al interior del cuerpo docente, con ingresos
diferenciados según los proyectos que lograran venderse.
Las
políticas estatales, por su parte, facilitaron la apertura de universidades
privadas como el caso peruano que con el dictador Alberto Fujimori dio libertad
para las malas andanzas para liberalizar su funcionamiento y entrega de
títulos a nombre de la nación, cuando
siquiera representan un titulo a nombre de la región donde radican filiales y sucursales
de universidades que les generan millonarias utilidades por las cuales sus
promotores no pagan un centavo como tributo a la nación.
Al
ahogo financiero que condiciona las actividades académicas, se agregan
políticas más específicas que fueron implementándose en las universidades con
distintos ritmos, pero de manera similar. Categorización de docentes; criterios
y cronogramas para la modificación de planes para acortar las carreras de grado
(a las que ya se llama de pregrado) y generar una masificación de posgrados y
maestrías pagos; comisiones de evaluación de estudiantes, de títulos, de docentes,
de instituciones, etc.
El
programa de categorización de docentes está relacionado con el de incentivos a
la investigación. Promete a los docentes un aumento de su ingreso y -según la
categoría que se le asigne- acceder a ciertas funciones, como jurado de
concursos, dirección de becas, de investigaciones y otros méritos. Las
comisiones evaluadoras, que en algunos casos no se conocen, aplican criterios -pautados
por el programa- meramente cuantitativos. Cuántos libros o artículos
publicados; cuántas tesis dirige o a cuántos congresos ha asistido, etc.
La
necesidad de que se amplíe el debate político para definir "qué universidad
queremos de cara a qué país" escasea en los claustros universitarios. El
nivel de pobreza, la miseria campesina, la obsolescencia de las tecnologías
agrícolas e industriales, la problemática ecológica no esta en la agenda
principal de las universidades públicas. Este discurso es poco relevante en las
universidades de hoy. Las universidades defienden y mantiene la definición política de defender su
autonomía para decidir las líneas de docencia e investigación en relación con
las necesidades sociales, pero es poco lo que hacen en términos de desarrollo para que el país que
necesitamos desarrollar.
Ahora
que hay un debate por un nuevo proyecto universitario de la vida universitaria
en el país se hace necesario un debate
político en la universidad: cómo y qué se investigue; qué se enseñe y cómo se
capacite a las generaciones de jóvenes, todo emana de decisiones políticas. El
poder es de los grupos financieros transnacionales, a través de distintos
organismos y herramientas legales facilitadas por los gobiernos. Así se priva a
los pueblos del recurso estratégico de la investigación tecnológica, científica
y social. Desempeñar un papel central en la formación de excelentes
profesionales en cada área y relacionar la producción de ciencia y tecnología
con el conocimiento científico y el compromiso social, constituye un verdadero
desafío para las Universidades Públicas y Privadas. Se trata de construir y
recuperar a las universidades como institución estratégica al servicio de una
sociedad democrática, justa y solidaria para el desarrollo del país.
………………………………………………………………………………
(*)
Néstor Roque Solís Profesor Universitario y Consultor Empresarial
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domingo, 12 de enero de 2014
LAS UNIVERSIDADES NO SON INTOCABLES
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