Estimados cibernautas y lectores conocidos, todos amigos, el presente artículo puede ser repetido en cada elección, sin importar tiempo ni espacio; salvando las posibilidades de la cultura de cada uno de los pueblos. En el caso del proceso que comentamos aquí, resulta que una cosa se dijo en el proceso y otra es la conducta concreta asumida en el timón, conseguido con un determinado tinte ideológico y lisonjeras promesas de bienestar y de cambios. Por cierto, una cosa es ver al torero lidiando y otra ponerse en su lugar y eso puede explicar las conductas de los gobernanantes; pues, la realidad los ha de empujar a seleccionar lo que pudiera resultar más adecuado para lo que significa inversión-empleo-crecimiento con desarrollo y bienestar en general. La verdad es que política y economía son dos lados de una sola medalla. Bueno, no estoy amenazando con desarrollar más lectura.
POLÍTICA,
DECENCIA Y DOCENCIA
En poco más de medio año, el
país viene embarcado en fiestas electorales para constituir los niveles de
gobierno regional municipal y nacional, pareciendo en esta oportunidad, como si
quisiéramos revivir los carnavales de
antaño, pero sin la autenticidad que tuvieron (1)
Decencia
o indecencia
El asunto es que existen
fiestas y fiestas, pues las hay de las decentes
y de las indecentes y las fiestas que tuvimos y la que estamos
preparando no se parecen a las decentes, es decir, fueron y es su
característica el escaso respeto a la persona humana; abundan en promesas
fáciles, en fabricación de falsas ilusiones y en insultos recíprocos. Estas
fiestas resultan como de películas de terror en las que aparece un virus o
bacteria, creados para las guerras bacteriológicas, inoculados en los
candidatos, los cuales, como locos, buscan destruirse unos a otros. En
consecuencia, el supremo juez, el pueblo, se confunde, se desespera y votará,
pretendiendo corregir el sistema, a como dé lugar.
Ideologías
Las ideologías, como rutas
de orientación y de convocatoria ya no son más que vías destruidas,
polvorientas sin rastros y es como si fueran barro, piedras y todo lo que queda
en el camino, imposible de distinguir de qué cosas se trata. Resulta, así, que
el querer valerse de corrientes que ya son historia, no daría lugar a audiencia
alguna y sólo se tendría un teatro vacío con actores que hablarían para ellos,
si es que entre ellos pudieran entenderse. Lo que hoy importa es el cómo
conseguir el bienestar de las personas en concreto, eliminar la pobreza
crítica, hacer una sociedad de personas con alta autoestima de su dignidad y de
su rol en la sociedad y tampoco estoy seguro que esto se entienda bien, si no
se alínea a una ideología.
¿Qué significa hoy
“derecha o izquierda”? ¿Qué, el antiimperialismo? ¿Qué, el Estado cómo gerente
del Bien Común? ¿Qué, la Persona Humana cómo centro de la dinámica socio
política? ¿Qué, la Libertad cómo deber y derecho? ¿A
quién le importa que estos principios sean la plataforma de la política, de la
economía y del acontecer social, en toda su extensión? Sí hay, a quienes les importaría que esto fuera así,
pero quedan en la excepción y resultan como muestras de un glorioso pasado o un
grupo de intelectuales,”incorregiblemente” demócratas y limpios.
Docencia
Política
Lo ideal es que sobre
estos conceptos se orientara el debate político, haciendo docencia para la
realización de la vida en democracia, con libertad de pensamiento y expresión; pero,
¿quiénes y cuantos estarían dispuestos a mantenerse atentos a un encuentro con
estos discursos? Esto, en estos tiempos, apenas si es posible en las
universidades de hoy, en las que se busca el profesionalismo y poco la
profesionalización sobre una base de humanidades, ciencia y tecnología, como
sistema de vida y de ejercicio futuro en la profesión y en la vida. Es aquí, en las universidades en donde deben
forjarse los líderes, no sólo con fortalezas científicas y tecnológicas; sino,
sobre todo, con una sólida formación humanística que abre la mente a la
sensibilidad social y ética.
Irreparable
pérdida
Desafortunadamente se ha
perdido esa oportunidad en estas jornadas políticas, pues hay que reconocer que
participan tecnólogos y personas de excelente actuación, tanto para la
presidencia, como para el congreso, pero que cayeron en el juego de tener que
satisfacer la inquietud de conglomerados,
bailando, lo que no saben hacer; simulando en lo que no creen y con aparentes
deseos de querer hacer algo, sin saber con qué y cómo.
1.
Elecciones Municipales y Regionales 2010 y
Nacionales 2011.
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