PPK. ENTRE LA ILUSIÓN Y LA REALIDAD

Estimados cibernautas:

El artículo  que a continuación aparece fue publicado en el Diario La Industria de Trujillo el 30 de julio de 2016, inmediato al día de la lectura del Mensaje a la Nación por el Presidente de la República Peruana ante el Congreso de la República. Se presenta aquí cómo al presidente electo no le espera un camino llano y sin lagunas y, por el contrario, tendrá que correr sobre un camino  de piedras y de barro y nadar en lagunas llenas de peces carnívoros.  El aspecto atractivo del mensaje es la esperanza que ofrece a modo de ensueño  para la realización de una revolución social,  la recuperación de la economía nacional, de la seguridad interna, de la institucionalidad coherente limpia de corrupción  y  de un vida con calidad para todos. Los primeros cien días de gobierno son la expresión de los referentes que allí, en el artículo, se expresan. ¿Que tanto se puede correr con un gobierno que emerge de la precariedad orgánico-política? Un gobierno sin una plataforma de inspiración; es decir, sin un partido firmemente vertebrado y expandido a nivel nacional, sin visión de futuro  y coherencia en los propósitos. En estos primeros cien días se ha puesto en evidencia la improvisación y la dispersión en la acción. En fin, esperemos que la cohesión partidaria se afirme con una dirección inteligente y una disciplina razonable y la nave gubernamental se encauce para salvar las tormentas y los oleajes marinos, incluidas las resacas.         

ENTRE LA ILUSIÓN Y LA REALIDAD

Guillermo G. Guerra C.

Las circunstancias

En un ambiente de angustia  y de temor por el terror que flagela a la Europa occidental, amenazada, además, por una sacudida económica por la separación de Gran Bretaña de la Unión Europea, asume la presidencia del Perú el economista Pedro Pablo Kuczynsky, llegando a ella sin un partido debidamente vertebrado de estructura nacional,  ni siquiera local y  con una mayoría parlamentaria adversa. A esa situación exterior, la situación interior no es menos problemática; pues, pese a la solidez financiera del Estado, el crecimiento económico ha sufrido un retroceso, respecto a los  últimos 15 años, antes del régimen que entrega la posta. Por otra parte, las demandas sociales son múltiples y complejas, al punto de vivir en una situación de temor y de incertidumbre.  Si en la campaña electoral Kuczynsky usó como táctica confrontacional el fantasma de la dictadura; ahora, apelará a  la de coincidencia en los objetivos y a la conciencia nacional para ablandar a la mayoría en el Congreso de la república y poner moderación en las aspiraciones de ciertas colectividades políticas y sociales.

Características del Mensaje

Aquellas circunstancias explican que el mensaje presidencial se haya expresado con un tono de conciliación, lejos de tensiones ideológicas o de aspiraciones frustradas y sobre una plataforma pragmática con miras al crecimiento, al desarrollo del país, a recuperar la tranquilidad ciudadana y a la construcción de un Estado acorde con los avances tecnológicos y de ocupación plena.

Sin la exhibición de dotes oratorias, el mensaje asumió un porte coloquial, al referirse a su aniversario matrimonial,  solicitando aplausos a sus amigos ministros, refiriendo a que los avances tenidos hasta hoy es esfuerzo de gestiones antecesoras y exaltando como paradigma democrático al presidente Fernando Belaunde; bien merecido, por cierto.

No fue un mensaje complejo; sí, uno con muchos vacíos, en relación a lo esperado por los distintos estamentos de la composición social; pero, esto es comprensible, pues se trató de uno de inicio de gestión y de la oportunidad de esbozar las líneas centrales de sus propósitos de gobierno.

Ilusiones y realidad

Construir un Perú moderno sin corrupción, de ocupación plena, con inclusión integral, con inseguridad cero, bienestar con indicadores que acusen vida con calidad integral, las tres regiones eficientemente intercomunicadas, economía formalizada,  Justicia razonable al máximo, incluyendo la Constitucional y emprender una revolución social  es un sueño laudable que tuvieron los gobiernos inmediatos; pero que luego chocaron con la realidad; pues la complejidad legal, la burocrática, la insuficiencia de recursos financieros y la disposición de las fuerzas vivas son variables impredecibles que atajan las acciones gubernamentales. Por ello, sólo nos corresponde desearle al nuevo régimen éxito y fortuna en sus propósitos. No olvidemos que los sueños, sueños son.